La Trufa

La trufa_exterior

Al escribir la entrada sobre rocas integradas dentro de casas (“Estorbos 2”) recordé el célebre proyecto «La Trufa” de ENSAMBLE STUDIO que, en pocas palabras, consiste en disfrazar de roca -mediante un proceso que incluye la intervención de una excavadora, una vaca y el paso del tiempo- la abstracción de una vivienda mínima de Le Corbusier (el Petit Cabanon) con la intención de crear una especie de cueva “chic” que sirva como pabellón de invitados de una casa situada en un idílico paisaje de la Costa da Morte gallega.

Desde que vi el vídeo del proceso de creación  -que considero el principal producto de esta intervención- y busqué por la red plantas y fotografías de la obra, el “pedrolo” habitable me persigue y ha conseguido incomodarme hasta el punto de que me ha parecido necesario sentarme a intentar averiguar por qué.

Parece claro que lo importante aquí es más el proceso que una realidad construida cuyo exterior es una piedra falsa, y cuyo interior remite en mayor medida a una habitación de hotel “de diseño” que a la obra de Le Corbusier que cita como legitimación, o a un espacio auténticamente telúrico (pensemos en el proyecto para Tindaya de Chillida o en la casa propia del arquitecto mexicano O’Gorman).

La prueba de que el proceso es lo que realmente cuenta la tenemos en que tanto el cuidado vídeo como los didácticos dibujos y la memoria que ilustran el proyecto en la web del estudio insisten mucho más en el cómo que en el qué.  Es más importante conocer el nombre de la vaca –Paulina-, lo que engordó -salió del experimento con 300 kilos- y el tiempo -1 año- que le llevó zamparse los 50 metros cúbicos de balas de  paja que hacen de encofrado perdido, que la búsqueda del nuevo tipo de espacio que podría haber surgido de una ingeniosa ocurrencia constructiva cuya fuerza queda, en mi opinión, totalmente diluida por el convencional interiorismo.

 La trufa_interior

Y resulta que la gracia de un proceso constructivo que podría haber sido de baja tecnología y consumo energético, en plena sintonía con el austero espíritu de los tiempos actuales, queda arruinada por la violenta acción de la excavadora necesaria para colocar y retirar la tierra que le sirve de encofrado exterior, ya que si, por ejemplo, éste hubiese sido también de balas de heno, con la vaca habría bastado tanto para vaciar el interior de la piedra como para liberarla exteriormente.

Creo que mi desazón responde, en resumidas cuentas, a que ni el proceso ni el espacio resultante son todo lo radicales y rigurosos que podrían haber sido, por lo que una cantidad ingente de energía se ha derrochado en crear la imitación de una piedra que a su vez contiene la «interpretación» de una modesta -pero canónica- obra de la arquitectura moderna engalanada de habitación de hotel “de revista”.

20 comentarios en “La Trufa

  1. Conocía la cabaña, pero no su razón de ser ni el proceso. Comparto la reflexión, una pena empezar por un camino tan primario para tener un resultado lleno de sofisticación.
    Enhorabuena por otra excelente entrada!

  2. Outro rei que vai espido, menos mal que alguén o di. (Xustificadamente e sen estridencias)

  3. no te sientas solo, iaguinho… sí, comparto toda tu argumentacion objetiva… hasta que subjetivamente le quitas valor al espacio interior porque parezca una habitacion de hotel, cosa que no sé porque tiene un valor peyorativo, y mas si es un pabellón de invitados (por cierto, los mayores y los menores, junto a la Paulina?, o encima de la cama). Las texturas, el recoveco de acceso y las aberturas del espacio interior, me parecen interesantes… el aspecto exterior me parece (subjetivamente) espeluznante: me parece un gran bocata de ventana, listo para que se lo coma algún Gulliver.
    O el arquitecto simbolista (que por cierto, parece salido de los soprano jjj), que diseñó(?) la supuesta casa de messi, mr10… la visteis?… vaya una tela!! jjj http://www.youtube.com/watch?v=x7UflKOhhe4&feature=player_embedded
    Y fuerte abrazo tambien para el mexicano!!

  4. Gracias, Almo! Lo que critico en realidad es lo convencional que resulta el interiorismo en relación a la presunta radicalidad constructiva, no tanto que parezca una habitación de hotel. Y lo de Messi…lo he visto y me parece un bulo. Fuerte abrazo.

  5. Totalmente de acordo con Carles (hola, Carles), no positivo e no que non o é tanto desta trufa. O de «bocata de ventana listo para que se lo coma Gulliver»: genial!

  6. Comparto tu opinión, como dices, «demasiado» para tan poco.
    Un derroche de medios para simular una roca, como si no hubiese ya rocas en el paisaje.

  7. hola andrea, hola Ivan, hola iago y yago… qué agradable es podernos encontrar en este pequeño rincón culinario!! jjj
    abrazos

  8. Conocia este asunto e me tiña tamén moi desconcertado. Gostéi da túa análise e dos comentarios dos teus amigos (colegas?). Gostei porque entendín algo máis dos motivos do meu desacougo ante esta ocurrencia arquitectónica

  9. En efecte, si es vol ser radical doncs endavant. Però llavors a fer un rentamans «a lo Picapiedra» amb dos pebrots (…!!), i no posar aquestes collonades de corian i l’aixeta inoxidable de «Vola» (…!)

  10. Esta me ha encantado, gracias por ilustrar a uno que en estos temas es más trucho que ducho. Nos vemos pronto!!

  11. Hay que ser muy inocente para creerse que la vaca se comió la paja. No es el cómo sino el qué. El proceso intenta explicar la idea y hay que ver el objeto como lo que es: un lugar de reposo, no una casa. A partir de ahí todo lo que rodea al objeto y a su construcción es simplemente una estrategia comercial para dar a conocer una obra (cosa que deberían tomar nota muchos arquitectos para hacer llegar sus obras al resto).

    Esto es una obra maestra, el tiempo lo dirá. Esto como la Casa Hemersocopium. Otras obras como la sede de la SGAE en Santiago o las más recientes Casa del Lector y Teatro Telcel no se quedarán atrás.

    No comparto el porque de tu incomodidad, pero lo respeto, no llueve a gusto de todos.

    Un saludo desde Ensamble Studio.

  12. Gracias por tu comentario, JM. Esa misma inocencia que me hizo tomar en serio lo que, según deduzco de tus palabras, no era más que un anuncio, me permite maravillarme por la devoción incondicional que profesas por la producción de la empresa para la que trabajas. Es evidente que tenemos un concepto muy diferente de lo que es una obra maestra cuando en mi vida me he encontrado tan pocas y tú pareces haber detectado cuatro consecutivas en tu propio estudio en un lapso tan corto de tiempo. Un saludo!

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